Sin pareja, pero no sola
- Redacción FIGMA.
- 13 ene 2017
- 1 Min. de lectura

La sociedad tiene dificultad para reconocer que las mujeres no necesitamos un hombre cerca para legitimar nuestra vida. El punto más difícil, sin embargo, es que nosotras mismas lo creamos, que lo sintamos de veras.
Hay que entender de inicio, que culturalmente esto es algo difícil de cambiar. El “¿por qué solas?” que suelen expresar al ver a un grupo de mujeres sin presencia de algún varón, sigue siendo pan de todos los días.
Esa “soledad” de las mujeres sin un hombre, es una construcción cultural, que no obstante, repercute en la identidad y la psique de cada mujer en el mundo, no sólo en el país. Y esto, al final, atraviesa su autoestima. Es un discurso que terminamos por comprar y difundir nosotras también.
La búsqueda de compañía y compartición de la vida con un hombre, es una decisión y un acto de voluntad. Para todas aquellas que lo decidimos o lo deseamos en nuestra vida, es una dimensión muy importante y muy loable, pero no tener pareja no debería equivaler a estar “sola”. Las mujeres no estamos solas, aunque para muchas y muchos resuene extremo o extraño, en realidad nos tenemos a nosotras mismas. Ése es el reto, sabernos íntegras, completas y capaces, con o sin un hombre cerca. Dado que en la experiencia de la mayoría de nosotras eso no es una realidad, hay que trabajar poco a poco, en lo profundo de la conciencia y las emociones, para practicar con gozo esta verdad.
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